LOS AVIONES

Los aviones son como estrellas viajeras en la noche, transportando los sueños de la gente. Uno puede señalarlos con el dedo, y situarse cerquita de ellas, de la gente, de sus sueños, de las estrellas.

Ernesto 

TÚ

La chica del cabello oscuro,
Tan vital y risueña que su pelo,
Crece fuerte y rizado,
Como las raíces de un árbol,
Agarradas a la tierra,
La misma que me transmite,
Con sus manos,
Y llena mi espacio,
Cuando tocan las mías,
Los martes, bailando

Ernesto

QUIÉN SABE

Quién sabe qué hay detrás,
Detrás de un padre y un hijo,
De una mujer de compras,
Del edificio que tapa tu sol,
Del que calla y observa.
Quién sabe qué hay detrás,
Si a penas sabemos qué hay delante,
Delante de quién te mira a los ojos,
Porque ese eres tú mismo,
Científico de tu vida,
Mundo que se pierde en la cueva de tus huesos,
Soledad a cielo abierto.

Ernesto

HASTA VOLVER SOBRE MIS PASOS

Viví sin darme cuenta,
Hasta volver sobre mis pasos,
Viví con la intuición de que vivía,
Pero con la incógnita de no saber,
Hasta volver sobre mis pasos,
Viví pero en silencio,
Sin el susurrar mágico del tiempo,
Hasta volver sobre mis pasos,
Viví y leí lo que otros escribieron en piedra,
Pero sin ver al hombre o mujer,
detrás de la letra inmortal,
Hasta volver sobre mis pasos.

Ernesto

LOS ANTIGUOS SUEÑOS

Con la sangre,

De los antiguos sueños,

Salí a caminar,

Un viernes noche,

Con la buena nueva de cada minuto,

Pidiéndolo todo, queriéndolo todo,

Porqué no, porque sí,

Porque después no hay nada. Aún,
En los antiguos sueños,
Un.. Dos.. Tres...

Ernesto

LAPSO

Creo que al fin entendí,
el miedo a la brevedad,
el miedo al fin.

Después de tantos años regrabados,
que hicieron y hacen dilatar,
la memoria hasta límites perdidos,
de tantos trucos y engaños nuevos,
flamantes,
Tras silencios que hacen de nuevo,
brillar la luz como el primer día.

Nunca desapareció,
porque nunca se irá.
Y al fin entendí,
que si un día ha de llegar,
que me encuentre exhausto,
y con memorias.

Ernesto

BOLSILLOS

Cuando lo descubrí,
que el amor estaba en los bolsillos,
Los bolsillos de caminar,
De su casa a la mía,
Los que guardan el móvil, con esa música,
Y las manos de contar los pasos,
Los que guardan los recuerdos.

Ernesto

...

Como el viento acaricia las ramas,
Como las ventanas amarillas lo observan en la noche,
Como témpanos de piano repicando sobre un fondo de ciudad,
Como duelen las manos en una noche fría,
Como se observa en soledad,
Lo que no se explica con palabras.

Ernesto

LOS JAPONESES Y LOS TRENES

En 1960, los japoneses tenían que preparar los juegos olímpicos que se iban a celebrar cuatro años después, en 1964, en su país. Los organizadores, entre todos los problemas que detectaron y que debían solventar, había uno muy grave: las sedes estaban muy separadas las unas de las otras, y el transporte de la época más rápido era un tren cuya velocidad máxima era de 90 km/h. Rápidamente reunieron a los mejores ingenieros ferroviarios para exponerles el problema, y les comunicaron que iban a necesitar un tren que alcanzara los 200km/h.

Los ingenieros eran japoneses, y ya se sabe, asintieron sin rechistar, salieron de aquella reunión y empezaron a pensar en cómo iban a alcanzar tamaño objetivo. Pensaron que si debían nada menos que duplicar la velocidad del mejor de sus trenes, no podían pensar en pequeñas mejoras, sino que debían replantearlo todo desde el principio. No valdría el hierro, sino el aluminio, no podrían utilizar viejas aerodinámicas, habría que pensar en buscar nuevas formas como la de una bala, no servirían los antiguos sistemas de frenado... Todo debía pensarse desde cero. El resultado fue el tren de alta velocidad, que sorprendió al mundo.                      

Los organizadores de los juegos podrían haber dicho que necesitaban un tren que alcanzara los 120Km/h, pero la pregunta es: ¿lo habrían conseguido entonces los ingenieros?, ¿o tal vez se hubieran confiado y nunca se hubieran atrevido a pensar a lo grande?

Y esa es la historia de los japoneses y los trenes 😁

MINICUENTOS

Nunca imaginé que un día llegaría y llegará,
Un tango hablando del tiempo,
Que por el tiempo, tiempo después,
Que por un amor, que recordaste y tendrás,
Ese día llegará y llegó,
Tan rápido,
Que ya no sé a quién le hablo ni qué hacer,
Si llorar ahora con sorpresa,
O advertirte que el tiempo pasa.